¿Qué es una ejecución hipotecaria?
En España, una ejecución hipotecaria es el proceso legal por el cual una entidad acreedora puede obtener el pago de una deuda pendiente, mediante la venta forzosa de la vivienda que el deudor había ofrecido como garantía hipotecaria.
El proceso de ejecución hipotecaria en España tiene una duración aproximada de un año y medio, desde que se inicia la demanda judicial hasta que se produce la subasta de la vivienda.
Una ejecución hipotecaria es un proceso muy costoso, tanto para el deudor como para la entidad acreedora, y conlleva graves consecuencias para el primero, como la pérdida de su vivienda y el embargo de sus bienes.
¿Cómo se produce una ejecución hipotecaria?
Para que se produzca una ejecución hipotecaria, es necesario que el deudor hipotecario no haya podido hacer frente al pago de las cuotas que le correspondían en el momento oportuno, lo que se conoce como «impago hipotecario».
Por lo general, el impago hipotecario se produce cuando el deudor experimenta un cambio en su situación económica que le imposibilita hacer frente al pago de la hipoteca, como puede ser un despido, una reducción de salario o una enfermedad grave.
En estos casos, el deudor hipotecario debe acudir a su entidad acreedora para solicitar una modificación de las condiciones de su hipoteca, con el objetivo de que se ajusten a su nueva situación económica.
Si la entidad acreedora no acepta esta modificación, el deudor podrá pedir una dación en pago, que consiste en la entrega de la vivienda al acreedor a cambio del total de la deuda pendiente.
Si el deudor no puede hacer frente al pago de la hipoteca ni tampoco solicitar una dación en pago, la entidad acreedora podrá iniciar una ejecución hipotecaria.
¿Qué consecuencias tiene una ejecución hipotecaria?
Una ejecución hipotecaria tiene graves consecuencias para el deudor, como la pérdida de su vivienda y el embargo de sus bienes.
Además, el deudor hipotecario podrá ver afectada su situación en el fichero de morosidad ASNEF, lo que le impedirá acceder a créditos y préstamos en el futuro.
Por último, una ejecución hipotecaria también puede tener consecuencias negativas para la familia del deudor, ya que es posible que tengan que abandonar la vivienda y que se vean obligados a vivir en un alojamiento provisional.
¿Cómo se puede evitar una ejecución hipotecaria?
La mejor forma de evitar una ejecución hipotecaria es estar al día en el pago de las cuotas de la hipoteca.
Sin embargo, si el deudor hipotecario se queda sin trabajo o experimenta un cambio en su situación económica, debe acudir inmediatamente a su entidad acreedora para solicitar una modificación de las condiciones de su hipoteca.
En el caso de que la entidad acreedora no acepte esta modificación, el deudor podrá solicitar una dación en pago, que consiste en la entrega de la vivienda al acreedor a cambio del total de la deuda pendiente.
¿Qué sucede si no se paga la hipoteca?
Si el deudor hipotecario no paga la hipoteca, la entidad acreedora podrá iniciar una ejecución hipotecaria.
El proceso de ejecución hipotecaria en España tiene una duración aproximada de un año y medio, desde que se inicia la demanda judicial hasta que se produce la subasta de la vivienda.
Una ejecución hipotecaria es un proceso muy costoso, tanto para el deudor como para la entidad acreedora, y conlleva graves consecuencias para el primero, como la pérdida de su vivienda y el embargo de sus bienes.