Qué Hacer Si No Quieres La Propiedad Heredada
Introducción
Muchas personas se ven en la situación de tener que heredar una propiedad, ya sea una casa, un apartamento, un local comercial o una finca. Sin embargo, no todas las personas están interesadas en heredar este tipo de bienes, ya que muchas veces suponen una gran responsabilidad económica y/o sentimental. Si te has encontrado en esta situación y no quieres heredar la propiedad, ¡estás en el sitio correcto! A continuación te contamos qué debes hacer si no quieres la propiedad heredada.
Renunciar a la Propiedad Heredada
La primera opción que tienes si no quieres la propiedad heredada es renunciar a ella. Para renunciar a una propiedad heredada debes dirigirte a un notario y presentarle una renuncia. En esta renuncia deberás especificar el bien que quieres renunciar y firmarla ante un notario público. La firma ante notario es imprescindible, ya que de esta forma podrás acreditar que esa es tu voluntad. Además, será el notario el encargado de inscribir la renuncia en el Registro de la Propiedad, para que la propiedad quede a nombre de la persona que le corresponde.
Una vez que hayas presentado la renuncia, ya no serás el propietario de la propiedad y, por tanto, no serás responsable de las deudas que pueda tener. No obstante, debes tener en cuenta que si renuncias a la propiedad heredada, no podrás volver a reclamarla. Es decir, si en un futuro cambias de opinión y quieres recuperar la propiedad, no podrás hacerlo.
Vender la Propiedad Heredada
Otra opción que tienes si no quieres la propiedad heredada es venderla. Si decides vender la propiedad, debes contratar los servicios de una inmobiliaria y ponerla a la venta. Una vez que la propiedad esté a la venta, lo más probable es que se produzca una subasta. En este caso, la comisión que te cobrará la inmobiliaria será del 3% sobre el precio de venta de la propiedad.
Si decides vender la propiedad, debes tener en cuenta que no podrás hacerlo de forma inmediata. Es decir, no podrás poner la propiedad a la venta el día mismo de la herencia. Para poder vender una propiedad heredada debes esperar a que pase un año desde el fallecimiento del propietario. Este año se conoce como año de gracia y tiene el objetivo de que los herederos puedan decidir qué hacer con la propiedad.
Alquilar la Propiedad Heredada
Otra opción que tienes si no quieres la propiedad heredada es alquilarla. Si decides alquilar la propiedad, debes ponerla en manos de una inmobiliaria o gestionar el alquiler por tu cuenta. Si decides alquilarla por tu cuenta, te será más difícil encontrar inquilinos fiables, ya que no dispondrás de los recursos de una inmobiliaria. No obstante, gestionar el alquiler por tu cuenta te permitirá ahorrar en comisiones. La comisión que suele cobrar una inmobiliaria por alquilar una propiedad suele ser del 10% sobre el precio del alquiler.
Si decides alquilar la propiedad, debes tener en cuenta que te convertirás en un arrendador y, por tanto, tendrás que cumplir una serie de obligaciones. Entre estas obligaciones se encuentra el pago de impuestos, ya que al ser un arrendador tendrás que hacer frente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Otra de las obligaciones a las que te enfrentarás si decides alquilar la propiedad es la gestión de los problemas derivados del alquiler, como impagos, desperfectos, etc.. No obstante, si no te sientes capacitado para hacer frente a esta responsabilidad, siempre puedes contratar los servicios de un gestor inmobiliario.
Donar la Propiedad Heredada
Otra opción que tienes si no quieres la propiedad heredada es donarla. Si decides donar la propiedad, debes contratar los servicios de un notario y hacer una donación. En esta donación debes especificar la persona a la que va destinada y firmarla ante un notario público. La firma ante notario es imprescindible, ya que de esta forma podrás acreditar que esa es tu voluntad. Además, será el notario el encargado de inscribir la donación en el Registro de la Propiedad, para que la propiedad quede a nombre de la persona que le corresponde.
Una vez que hayas hecho la donación, ya no serás el propietario de la propiedad y, por tanto, no serás responsable de las deudas que pueda tener. No obstante, debes tener en cuenta que si haces una donación de la propiedad heredada, no podrás volver a reclamarla. Es decir, si en un futuro cambias de opinión y